Cuando se trata de elegir un material para revestimientos o acabados en las reformas del hogar, muchas veces surge la duda entre el yeso y la escayola. Ambos materiales tienen características particulares que los hacen adecuados para diferentes usos, y conocer sus ventajas y desventajas puede marcar la diferencia en el resultado final de tu proyecto.
En este artículo vamos a profundizar en las particularidades de cada uno, explicando para qué se suelen emplear, sus propiedades y las diferencias más importantes. Si alguna vez has tenido dudas al respecto, aquí obtendrás la información que necesitas para tomar una decisión informada.
¿Qué es el yeso?
El yeso es un material ampliamente utilizado en construcción, especialmente para interiores. Su alta adherencia lo hace ideal para superficies rugosas, aunque no es recomendable en zonas con mucha humedad. Además, destaca por su capacidad de aislamiento térmico y su resistencia al fuego.
Existen varios tipos de yeso en el mercado, cada uno con fines específicos:
- Yeso basto: Conocido popularmente como ‘yeso rápido’, es útil para fijar elementos como marcos y rellenar desperfectos.
- Yeso controlado: Se usa para aplicar las primeras capas de revestimiento en paredes, buscando economizar en yeso fino para las capas finales.
- Yeso fino: Perfecto para acabados suaves y lisos, aplicándose manualmente para obtener resultados de gran calidad.
- Yeso aligerado con perlita: Ofrece beneficios añadidos como mejor aislamiento térmico y acústico, además de mayor resistencia al fuego. Es común en interiores de viviendas.
- Yeso duro: Especialmente resistente, se emplea en zonas con un uso intensivo, como edificios públicos.
¿Qué es la escayola?
La escayola es otro material derivado del yeso que se caracteriza por su alta pureza (hasta un 90% o más) y granulometría fina. Aunque se utiliza principalmente en techos, también tiene aplicaciones decorativas muy populares, como molduras o rosetones.
Algunas de las propiedades más destacadas de la escayola son su rápido secado, su capacidad de ocultar instalaciones y su facilidad para embellecer superficies. Además, los falsos techos o elementos decorativos construidos con escayola suelen ser más ligeros y económicos que otras alternativas.
Diferencias clave entre yeso y escayola
Si bien ambos materiales parecen similares a simple vista, presentan diferencias importantes:
- Pureza: La escayola tiene una pureza mucho mayor que el yeso común, lo que la hace más fina y visualmente más estética.
- Secado: El proceso de secado de la escayola es más rápido, ideal para proyectos que necesitan acabados inmediatos.
- Dureza: Aunque en teoría el yeso es más resistente, en la práctica la escayola puede superar al yeso en durabilidad en ciertos casos.
- Porosidad: La escayola es menos porosa que el yeso, lo que contribuye a un acabado más homogéneo.
Cuándo elegir uno u otro
Seleccionar entre yeso y escayola dependerá de las necesidades específicas de cada proyecto. Por ejemplo, si buscas un acabado decorativo en techos o molduras, la escayola es la opción ideal. En cambio, el yeso es perfecto para revestimientos funcionales en paredes interiores.
Por otro lado, el yeso aligerado con perlita puede ser una excelente opción si buscas un equilibrio entre funcionalidad y aislamiento. En techos, la elección de la escayola es generalmente más económica y sencilla de instalar.
Tanto el yeso como la escayola tienen aplicaciones prácticas y decorativas que los hacen indispensables en construcción. Conocer sus propiedades y diferencias te permitirá obtener resultados de calidad y duraderos.