Si tienes en casa o cerca una estructura de uralita que contiene amianto, probablemente te surjan dudas sobre los riesgos que representa este material y cómo manejarlo de forma segura. La uralita, ampliamente utilizada en la construcción hasta el año 2002 en España, combina amianto y cemento, creando un material duradero pero con serios riesgos para la salud si empieza a desprender fibras al aire. Este artículo explica en detalle por qué el amianto es peligroso, cuándo representa un riesgo y qué debes hacer si tienes uralita en tu propiedad.
El amianto es un mineral compuesto por fibras microscópicas que, en el pasado, fue incorporado a numerosas aplicaciones en la construcción debido a su resistencia y propiedades aislantes. Sin embargo, su inhalación puede provocar enfermedades graves e incluso fatales tras un periodo prolongado de exposición. Aunque la uralita en buen estado no supone un peligro inmediato, su deterioro o manipulación inadecuada puede liberar estas fibras, desencadenando severos problemas de salud.
¿Qué es la uralita y por qué presenta riesgos?
La uralita es un tipo de fibrocemento que contiene amianto, también conocido como asbesto. Este material fue muy popular en España durante los años 70 y se empleó en tejados, bajantes, depósitos y aislamiento térmico. En 2002, debido a la evidencia de los peligros para la salud, se prohibió su uso y fabricación.
El principal peligro de la uralita radica en el amianto que contiene. Cuando las fibras de este mineral se liberan al aire, ya sea por envejecimiento, daños o manipulación, se convierten en partículas microscópicas que pueden ser inhaladas.
Cuándo la uralita es peligrosa
En su estado original y sin daño visible, la uralita no representa un riesgo grave, ya que las fibras de amianto están encapsuladas en la matriz del cemento. Sin embargo, ciertos factores incrementan la probabilidad de liberación de fibras y el consiguiente riesgo para la salud:
- Desgaste por el paso del tiempo: La exposición prolongada a la intemperie (sol, lluvia, nieve) produce grietas y fisuras, haciendo que las fibras de amianto se liberen.
- Golpes o daños físicos: Caídas, roturas o cualquier daño mayor en la estructura de uralita incrementan el riesgo de desprendimiento de amianto.
- Manipulación inadecuada: Cortar, perforar o limpiar con agua a presión la uralita libera grandes cantidades de fibras peligrosas.
Enfermedades relacionadas con el amianto
La inhalación de fibras de amianto puede causar enfermedades graves que suelen manifestarse décadas después de la exposición. Entre las principales afecciones relacionadas están:
- Asbestosis: Una enfermedad pulmonar que genera cicatrices en los pulmones, dificultando la respiración.
- Cáncer de pulmón: La exposición prolongada al amianto es uno de los principales factores de riesgo para esta enfermedad.
- Mesotelioma: Un cáncer agresivo que afecta la membrana que recubre los pulmones y otros órganos.
¿Qué hacer si tienes uralita?
Si sospechas que tienes uralita en tu casa, es fundamental seguir una serie de pasos para garantizar tu seguridad y la de tu familia. Lo primero es evitar cualquier manipulación directa del material. Recuerda, nunca intentes cortar, romper o limpiar estas estructuras sin tomar precauciones adecuadas.
El siguiente paso es contactar con empresas especializadas que estén registradas en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto). Estas compañías están autorizadas para retirar amianto de manera segura y cumpliendo estrictamente las normativas vigentes.
¿Cómo protegerse de la exposición al amianto?
Si por alguna razón tienes que estar cerca de uralita con amianto o manipular zonas sospechosas, hay algunas medidas esenciales que puedes tomar:
- Usa mascarillas adecuadas que filtren partículas de amianto.
- Evita barrer o aspirar el polvo sin herramientas específicas, ya que puedes dispersar las fibras en el aire.
- Procura no manipular directamente el material; cualquier intervención debe realizarla un profesional.
En caso de haber manipulado elementos contaminados, lava la ropa de trabajo por separado y limpia la zona con técnicas seguras como aspiradoras equipadas con filtros HEPA.
Duración de la vida útil de la uralita
Según expertos, la vida útil de la uralita con amianto ronda los 30-50 años. Sin embargo, este periodo puede variar dependiendo de las condiciones climáticas y el grado de exposición a factores como la lluvia, el viento o el sol.
En muchos casos, los materiales con amianto instalados hace varias décadas ya han alcanzado o excedido su vida útil, aumentando el riesgo de liberación de fibras peligrosas.
Conociendo todos estos aspectos, la retirada de la uralita se presenta como la opción más segura para eliminar el riesgo que representa la exposición al amianto. Este proceso requiere tiempo, permisos, y la intervención de empresas certificadas, pero garantiza la salud de las personas y el cumplimiento de las normativas de seguridad.
Tomar medidas adecuadas frente a la presencia de uralita en mal estado es una inversión en la salud y bienestar de los ocupantes del hogar. Aunque la operación sea costosa y larga, es fundamental contar con profesionales y seguir todas las pautas establecidas por la ley para evitar consecuencias irreversibles.