Ácaros: todo lo que necesitas saber sobre sus peligros y prevención

Ácaros y salud

Los ácaros son criaturas microscópicas que forman parte de nuestro entorno cotidiano sin que apenas nos demos cuenta. Aunque no los veamos a simple vista, su presencia puede afectar significativamente a nuestra salud. Desde alergias hasta problemas respiratorios, estos diminutos arácnidos se han convertido en un foco de interés, especialmente en ambientes domésticos donde proliferan con facilidad.

Entender quiénes son los ácaros y por qué pueden ser peligrosos es clave para aprender a manejarlos y minimizar sus efectos perjudiciales. En este artículo, exploraremos su hábitat, sus características principales, cómo afectan nuestra salud y, sobre todo, las medidas que podemos tomar para reducir su impacto.

¿Qué son los ácaros?

Los ácaros son pequeños artrópodos pertenecientes a la clase de los arácnidos, donde se incluyen arañas y escorpiones. Sin embargo, a diferencia de estos últimos, los ácaros son invisibles al ojo humano, midiendo apenas entre 0,2 y 0,5 mm. Su variedad es inmensa, ya que se han catalogado unas 40.000 especies, aunque se estima que podrían existir hasta 500.000 no descritas.

Estos organismos tienen una gran capacidad de adaptación, encontrándose en diversos hábitats a lo largo y ancho del planeta. Desde la profundidad de los océanos hasta altitudes extremas, prácticamente no hay rincón del mundo donde no habiten. En el entorno doméstico, los más comunes son los ácaros del polvo, que se alimentan de residuos orgánicos como escamas de piel humana.

¿Por qué son un peligro para la salud?

Aunque la mayoría de las especies de ácaros son inofensivas para el ser humano, algunas pueden tener graves implicaciones para la salud. En particular, los ácaros del polvo son responsables de una de las alergias más frecuentes en el mundo, afectando tanto a las vías respiratorias como a la piel.

El problema no son los ácaros en sí, sino sus excrementos, que contienen proteínas con un alto poder alergénico. Cada ácaro puede producir unas 20 partículas fecales por día, que, al ser inhaladas o entrar en contacto con la piel, pueden desencadenar reacciones alérgicas. Además, los ácaros muertos y sus restos también contribuyen a este proceso.

Principales síntomas de la alergia a los ácaros

Las manifestaciones de esta alergia suelen ser de carácter respiratorio. Entre los síntomas más comunes destacan:

  • Rinitis con estornudos frecuentes, congestión y secreción nasal.
  • Asma, que puede intensificarse en ambientes cargados de polvo.
  • Irritación ocular, con picazón y enrojecimiento de los ojos.
  • Dermatitis alérgica, caracterizada por eccemas y picor intenso.

Estos síntomas suelen agravarse en otoño y primavera, cuando las condiciones ambientales favorecen la proliferación de los ácaros.

¿Dónde habitan los ácaros en las casas?

El hogar es su principal refugio, especialmente en materiales textiles y zonas cálidas y húmedas. Los lugares más habituales donde se encuentran son:

  • Colchones, almohadas y ropa de cama.
  • Alfombras, moquetas y cortinas.
  • Sofás y muebles tapizados.
  • Juguetes de peluche y superficies polvorientas.

Las condiciones ideales para ellos son temperaturas de alrededor de 25 ºC y una humedad relativa superior al 70 %. Por eso, es frecuente que abunden en zonas costeras o en viviendas con poca ventilación.

¿Cómo prevenir la proliferación de ácaros?

Pese a que eliminarlos por completo es imposible, hay medidas que podemos tomar para reducir su presencia y minimizar sus efectos sobre nuestra salud:

  • Ventilación diaria: Mantener las habitaciones aireadas ayuda a reducir la humedad, que es esencial para la vida de los ácaros.
  • Limpieza frecuente: Utilizar aspiradoras con filtro HEPA y paños húmedos para eliminar el polvo de muebles, suelos y textiles.
  • Lavado de ropa de cama: Lavar sábanas, fundas y mantas semanalmente a temperaturas superiores a 50 ºC.
  • Uso de protectores antiácaros: Cubrir colchones y almohadas con fundas especiales que eviten la acumulación de estos organismos.
  • Eliminar alfombras y moquetas: Si no es posible, optar por las de pelo corto y limpiar con frecuencia.
  • Evitar los peluches: Especialmente en habitaciones de personas alérgicas. Si se usan, deben lavarse regularmente.
  • Controlar la humedad: Mantenerla por debajo del 60 % utilizando deshumidificadores si es necesario.

Prevención de ácaros

¿Qué tratamientos existen para la alergia a los ácaros?

El tratamiento de la alergia a los ácaros combina medidas ambientales con fármacos que alivian los síntomas. Entre los más habituales encontramos:

  • Antihistamínicos: Reducen el picor, los estornudos y la congestión nasal.
  • Corticoides: Suelen recetarse en casos más graves para controlar la inflamación.
  • Broncodilatadores: Útiles para el tratamiento del asma asociado a los ácaros.
  • Vacunas de inmunoterapia: Indicadas para pacientes con síntomas severos o persistentes, ayudan a desensibilizar el sistema inmunológico.

Es fundamental seguir las indicaciones de un alergólogo para encontrar el tratamiento más adecuado según cada caso.

Conocer a los ácaros nos permite estar mejor preparados para enfrentarnos a sus posibles efectos adversos. Prevenir su presencia, tratar las alergias que provocan y mantener una rutina de limpieza eficiente son pasos clave para garantizar un entorno más saludable para todos en casa.


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